Etiqueta: guardarropa
Con el embarazo el cuerpo cambia y puede que no estemos completamente seguras sobre qué usar. Sin importar cuál sea tu estilo, hay formas de realizar los ajustes necesarios, ya sea para disimular tu panza o presumirla. Hoy en día, existen marcas de ropa que producen todo tipo de cortes y estilos adaptados al cuerpo de una mujer en cinta. He aquí algunas opciones para adaptar tu estilo durante estos nueve meses de espera.
Ejecutiva: regia por ocho horas
Tu vida laboral no se detiene, pero sí debes buscar que además de verte formal, puedas estar cómoda. Una buena opción es combinar un vestido holgado con un blazer, preferiblemente corto, para dirigir la atención a la cintura. Otra opción es utilizar un camisón con pantalones tipo sastre para embarazadas. También, puedes utilizar un vestido ajustado en spandex hasta la rodilla junto con un blazer largo y pantimedias de un color oscuro.
Chic en encaje
Aquí lo importante es ser creativas y elegir prendas que favorezcan tu nuevo tipo de cuerpo. Las siluetas más favorecedoras son el corte imperio, que ajusta solo hasta debajo del busto y es utilizado tanto en blusas como en vestidos. Y el corte A, comúnmente visto en túnicas bastante confortables. Mientras, las mangas más utilizadas son las 3/4 que llegan hasta la mitad del antebrazo y ayudan a alargar un poco la figura. Por otro lado, es ideal usar el material más popular de esta temporada: el encaje, que sugiere el romanticismo de la etapa rosada de la maternidad.
‘Baby bump’ casual
Cómodo y variado. Uno de los predilectos, ya que permite un sinnúmero de variaciones dependiendo de la ocasión. Al combinar camisetas oversized, cardigans y jeans, acompañados de flats, se logra la mezcla perfecta para la vida activa de una joven mom-to-be. También, si se deseas optar por un look más femenino, puedes utilizar vestidos primaverales con estampados florales o en su defecto, vestidos camiseros de un color sólido.
Para días bohemios
El estilo más aclamado durante los últimos años con el regreso de los flecos y el uso habitual de estampados con motivos orgánicos. Es bastante simple de llevar, con vestidos largos o cortos de corte imperio en tejidos vaporosos, como el chifón estampado. Acompáñalos de la clásica chaqueta de denim. Los accesorios juegan un papel importante, bolsos con flecos, sandalias y sombreros de ala ancha ayudan a identificar esta forma de vestir.
Looks deportivos
Para una mujer en constante movimiento, lo primordial es tener un buen soporte debido al crecimiento de los pechos, y además, contar con piezas flexibles cuyo material pueda ser estirado y adaptarse al aumento del tamaño de la panza. Los leggings son imprescindibles, y debes recordar que para utilizarlos correctamente el top debe cubrir la entrepierna. Por igual, los joggers son una buena opción y pueden utilizarse con camisetas o abrigos.
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Cuando vas a limpiar tu clóset hay varias preguntas que debes hacerte, porque seamos sinceras, hemos dejado muchas piezas guardadas con la promesa de que algún día nos las vamos a poner. Sin embargo, pasan varias temporadas y siguen empolvándose en tu guardarropa. Si fuiste de las que aprovechaste el tiempo de rebajas, y cuentas con ropa nueva, llegó la hora de limpiar y liberar espacio.
¿Cuándo fue la última vez que lo usaste?
Aunque parezca fuera de lugar esta pregunta, es la primera que debes realizarte. Esas piezas que han superado la prueba del tiempo –porque nunca las usas pero tampoco las sacas del armario– son las primeras que debes sacar. Sé sincera contigo, no las volverás a usar más.
¿Qué tanto te gusta?
En el momento en que te gusta mucho una pieza pueden pasar dos cosas: o la usas tanto que toma personalidad y sale sola de tu clóset, o casi no la has usado por reservarla para ocasiones especiales. Bueno, casi siempre es la primera, pero existen excepciones. Pregúntate varias veces cuánto te gusta con ese vestido en mano. Dale una valoración del 1 al 5: (de 1 a 3 despídete él, y si califica entre 4 y 5, consérvala). ¡Pruébalo!
¿Qué tan bien te queda?
A veces recibimos regalos, o nos auto-regalamos prendas que no nos entallan para luego ajustarla a nuestra silueta. ¡Nunca la llevamos a arreglar! También hay piezas que no son para nuestro cuerpo y tampoco de nuestro estilo, pero aún así seguimos conservándolas. ¿Por qué? Crea espacio para una prensa que sí le haga justicia a tu figura y a tu estilo.
¿Cuál es el estado de la prenda?
Sabemos que le has cogido cariño a esa pijama que tiene los tirantes rotos, pero que hacen su función porque su textil es tan cómodo, sí –hay casos– pero basta ya, regálate una nueva. También aplica para esas piezas que perdieron su color original, que tienen manchas y hoyos por doquier… Es momento de darles el beso del final. No merecen ni estar en tu bolsa de ropa usada para regalar. ¡Adiós!
Quizás este ejercicio de hacerte estas cuatro preguntas te resulte tedioso al principio –vas a justificarte muchas veces–, pero te aseguramos que cuando comiences a acostumbrarte a este hábito, con tiempo y paciencia, lograrás desocupar espacio en tu clóset con más facilidad, y hasta lo disfrutes.
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