Cuando nos encontramos a semanas del 31 de diciembre, nos preguntamos si todas las metas que escribimos en esa hoja (¿sabes dónde está?) las logramos o estamos a punto de cerrar el trato para arrancar el próximo año con un sueño materializado ‘$$$’, o la realización personal que buscábamos.
Porque tenemos un propósito en esta vida, cada ‘flor o piedra’ que se nos presenta en esta escalera que te obliga a subir, o te desgasta y te hace bajar, son claves para saber qué es lo que queremos.
En lugar de decir, el año que viene voy a hacer esto o aquello, revisa el estado de tus metas existentes, las que has cumplido y las que no. Analízalas y traza una nueva estrategia que te ayude a alcanzarla en este año que se avecina. Según Editoriales ICAS, proveedores globales de programas de asistencia, tus metas deben ser:
– Específicas no abstractas. Tu meta no es ‘ser millonaria’, sino obtener a base de tu esfuerzo un 20 por ciento más de tus ingresos.
– Medibles, posibles y realistas.
– Y con un plazo para cumplirlas. Marca el principio y el fin de tu meta, la cual será el resultado de una planificación exitosa que disfrutaste paso a paso.
No olvides premiarte, luego de alcanzar tu meta. Los expertos señalan que la recompensa nos da «ese sentido de placer y de logro en este proceso». Así que disfruta y no olvides agradecer por haber llegado hasta aquí.
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