El vestido negro es, sin lugar a dudas, esa pieza que nunca debe faltar en el clóset de una mujer. Podríamos calificarlo como un todo terreno, ya que se puede adecuar de forma camaleónica a cualquier situación y lugar al que vayas.
La creadora de esta pieza fue Coco Chanel en los años 20. Desde su invención el Little Black Dress ganó aceptación y adquirió fuerza propia por la versatilidad que tiene. Ya para la década de los 50’s, los diseñadores Dior y Givenchy ajustaron las cinturas, pero manteniendo la esencia clásica.
Su simpleza hace de esta pieza «ponible», tanto para el día, como la noche. Todo depende de los accesorios que lleves, ya que cada mujer le puede agregar su cuota de creatividad.
A la hora de elegir tú vestido negro debes tener en cuenta tus formas y pensar en el estilo que más te gusta.
5 Consejos para llevar tu Little Black Dress
- Si tus caderas son anchas, elige un vestido que pueda equilibrarlas siendo más complejo en la parte superior, quizás con un cuello bordado o irregular, o hasta con manguitas que logren dar balance.
- Si tienes un cuerpo con curvas, tu vestido negro ideal será el más clásico, con un corte en la cintura y un generoso escote. El conocido Lady like.
- Y si tienes hombros anchos o busto prominente, opta por algún diseño en la parte inferior con volados o hasta bolsillos.
- Si eres de baja estatura, usa el vestido por encima o a mitad de la rodilla para dar la sensación de piernas largas.
- Si eres alta, puedes jugar con el largo del vestido.
Es una pieza infaltable en el clóset de toda mujer, así que no puedes dejar de tener este básico que te sacará de muchos apuros.
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