Para ser expertas en el ahorro, hace falta tanto aprender a organizarse, como ser más frugal en los gastos. Para algunas, la segunda parte puede ser más difícil que la primera, pues significa romper con viejos hábitos, más que crear nuevos.
Pero lo difícil, por difícil no es imposible. Hay cosas sencillas que puedes empezar a cambiar para reducir tus gastos casi sin darte cuenta:
- Hazlo en casa: convence a tus amigos de pasar una velada en casa. Con algunos tragos y buenas recetas, podrás pasar una noche quizás más divertida (y definitivamente más económica) que saliendo a
bailargastar. - La regla de los 30 días: si vas a comprar algo, sea lo que sea, piénsalo primero. Dale por lo menos quince días (si treinta te parece demasiado) y si y sólo si luego de la fecha, todavía sientes que podrías usar ese artículo, tienes permiso para volver a la tienda.
- Anda con lo que gastarás: si cargas con efectivo, lo mejor es andar sólo con el dinero que estimas gastar en tu salida. Llevar todas tus tarjetas o dinero de más “por si las emergencias” sólo resultará en crearte la idea de que puedes gastar más de lo que tienes.
- Pon tu propio límite: establece un límite a tus gastos con tarjeta de crédito por debajo del que tiene la tarjeta en realidad y sácala de la cartera una vez hayas alcanzado ese límite. Te ayudará a controlar esas ganas de comprar cosas que no te hacen falta.
- Aprovecha el ciclo: el cambio de temporada es perfecto para comprar buenas cantidades de ropa, manteniendo tu clóset actualizado y tu bolsillo resguardado.
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