Combatir el peligro de una sociedad de capricho y consumo toca a los padres primero. Desde que nos hacemos responsables de otras vidas, debemos estar preparados para impartir esta mentalidad en aquellos que amamos.
El primer requisito es inculcarles lo que Ricardo Cañas, especialista en Liderazgo, llama ‘cultura de esfuerzo’, que se resume en crear esa necesidad de esforzarse por lo que quieran y que deben dar y hacer todo lo mejor para conseguirlo.
Pero esto no basta. También debemos lograr que se sientan automotivados y autorrealizados desde temprana edad para que comprendan el valor de las cosas.
Recompensa: «El juguete o ropa brinda momentos felices, sin embargo no da sentimiento de autorealización». Si como ‘estratega’ de tu familia no cultivaste el esfuerzo, la automotivación y la autorealización, todo lo que compres a tus hijos o cualquier artículo que ellos pidan, no será más que un objeto. Incluso, verás como la fiebre de jugar o de ponerse esa prenda pasará rápido.
Cuando hacen ‘piques’
Llorar es bueno para la salud, así que no te doblegues por un simple ‘pique’. Cañas recomienda, que aún cuando el niño/a recapacite y entienda que ‘no se le puede complacer’, no se debe comprarle lo que piden.
Si son complacidos, aprenderán que si acuden al drama, conseguirán lo que quieren. Si no, entenderán que no hay berrinche que valga, ‘mami’ dijo que no.
Cómo combatir el consumismo
– Explícales la diferencia entre compra y placer.
– Háblales del ahorro.
-Concientízalos sobre la competencia, la envidia y la codicia.
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