Hace años leí un artículo muy interesante de una familia que decidió no incrementar el nivel de sus posesiones, en un intento de proteger al planeta. La decisión que compartieron todos es que cada vez que compraban algo, debían sacar algo de la casa y regalarlo. No tenía que ser lo mismo, pero sí la ecuación debía terminar igual: se quedaban con la misma cantidad de cosas que hasta ese momento tenían, aunque no fueran las mismas. Si entraba un vestido nuevo, salía un par de zapatos. Si entraba un CD, podía salir una silla.
La conclusión del artículo era que al final, uno no solo ayuda al planeta porque la realidad es que acumulamos más cosas de la que necesitamos; sino que también uno aprende lecciones de vida muy importantes. ¿Qué de verdad es importante? También que hay que pensar mejor antes de comprar algo que tal vez no sea necesario.
Desde entonces, he aplicado ese sistema con mi clóset. Cada vez que entra una pieza sale otra. Entiendo que ha sido muy productivo el ejercicio porque me ha ayudado a organizarme y también a pensar mejor en lo que compro. Igual, me ha ayudado a ser más consiente de lo que tengo y lo que realmente necesito. Estoy pensando expandir esto a diferentes áreas. Haz el ejercicio conmigo y cuéntame qué te funciona.
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