Si la amistad según el colombiano Juan Diego Barajas significa «hacerse vulnerable, dejar caer las máscaras y las barreras para acoger al otro cual es», ¿por qué a veces nuestra amiga es también nuestro rival o se convierte en uno?
La sociedad del siglo XXI describe a una mujer competente y capaz de lograr todo lo que se propone dentro y fuera del hogar. Esta competencia, según psicólogos como Pilar Sordo (chilena), hace que la rivalidad, cuando se trata de amigas sea más fuerte, y si de compañeras de trabajo hablamos ‘ni se diga’.
Para Sordo, la competitividad va de la mano de la envidia. «La razón de dicha competencia es una envidia inconsciente», pues entramos en una lucha interna donde nos cuestionamos «por qué a ella se le hace más fácil que a mí lograrlo», o «qué puedo hacer para conseguir un mérito mejor que el de ella», por mencionarte dos ejemplos cotidianos.
Por otro lado, las psicólogas inglesas Susie Orbach y Luise Eichenbaum, apuntan que «a las mujeres nos resulta muy difícil admitir los sentimientos de envidia y competencia, lo que hace más difícil salir de esta situación. Sin embargo, cuando aceptamos esos sentimientos delante de nuestra amiga, logramos volver a lo que en realidad somos».
¿Cómo salir de esta rivalidad? Mejorando la comunicación verbal entre ambas, trabajando primero la autoestima y siendo tú misma.
¿Has estado en esta situación? Cuéntanos cómo la has sobrellevado.
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