«Dije de esa agua no beberé y aquí estoy, le he sido infiel a mi pareja». Pasó muy rápido. No vale la pena que él lo sepa, ¿o sí? Pero, ¿por qué lo hice? Yo lo amo. No sé por qué me dejé llevar…
Así de dudosa nos ponemos cuando nos vemos en esta encrucijada. Sólo tú conoces las razones de tu acto, pero si descubres el origen de tu comportamiento puedes encontrar la solución con mayor facilidad.
Si te identificas con algunas de estas razones, y quieres hacer algo al respecto, Indhira De La Cruz nos insta a reconocer (primero con nosotras mismas) que estamos arrepentidas.
Si así es, es momento de ‘subirse los pantalones’ y decidir si hablarás con tu pareja al respecto o no. La comunicación es el proceso que hace que todo funcione, pero también definir las palabras exactas para conseguir lo mejor entre los dos es crucial. «Debes ser clara, sincera y genuina con tu pareja», ya que esto es lo que les permitirá encontrar alternativas para encontrar una solución. Y sobre todo, estar consciente de que existe la posibilidad de que tu relación puede llegar hasta este día.
¿El problema está en la pareja?
Investigar qué está pasando en la pareja. Si existen carencias dentro del matrimonio, las cuales pueden ser de tipo sexual, afectivo, de tiempo, de comunicación, económica, el estrés o hasta la rutina. Si es así, detecta esas debilidades y comienza a fortalecer la relación en este aspecto.
Si es un asunto personal…
Busca ayuda profesional individual y en pareja, porque puede que tu nivel de autoestima no esté equilibrado. Asimismo puede haber una carencia afectiva en tu infancia que te lleve a ser infiel, o que sea una conducta adictiva-compulsiva que no puedas controlar.
Esperamos que con estos consejos de la psicóloga encuentres una amigable solución.
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