Si sientes que tu mundo solamente gira en torno a tus necesidades y debido a esto, no te interesas en el bienestar de los demás, puede que estés siendo egoísta. Tranquila, si te das cuenta a tiempo puedes minimizar este comportamiento excesivo.
La psicóloga Indhira de la Cruz nos menciona los principios de una persona egoísta para que identifiquemos a tiempo esas actitudes que pueden poner en peligro nuestras relaciones personales.
«Cuando somos egoístas estamos muy centrados en nosotros mismos», lo que hace que seamos personas egocéntricas. Las relaciones sanas y funcionales no están dentro de nuestro círculo y quienes sí están dentro de él, están ahí por algún «interés personal». Para evitar estar de este lado de la vida, solo debemos conocer los límites de esa línea fina entre egoísmo y querernos a nosotras mismas.
Porque, «ser un poco egoísta es sano» y más en una sociedad en la que debemos defendernos para poder salir a flote. Es necesario cuidar de ti, de tu salud, de tus valores y de tus objetivos, pero nunca hacerlo por encima de los demás, a sabiendas de que puedes causar un daño ajeno. «Lo ideal sería encontrar un balance entre nuestras necesidades y la de los demás», apunta Indhira.
Si eres una persona que aboga por que en tu comunidad haya paz, justicia y alegría, estás siendo altruista, lo contrario a egoísta. Si te identificas con los principios mencionados, vuelve a ese lugar donde te gustaba compartir con los demás y desaprende este comportamiento, que pudo haber tenido origen en el modo de crianza que recibiste. Si deseas cambiar, lo lograrás, el primer paso está en reconocerlo y trabajar para cambiar esa imagen.
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