El 10 de diciembre, todos los ojos del mundo estaban puestos en el homenaje póstumo de Nelson Mandela realizado por el gobierno sudafricano, y al cual asistieron líderes mundiales de toda índole: políticos, artistas, escritores, empresarios etc. En tal evento ocurrieron hechos significativos, como el saludo entre el presidente Barack Obama y el presidente Raúl Castro, primera vez que los mandatarios de Estados Unidos y Cuba se saludan desde que inició la Revolución cubana. No obstante, lo que más trascendió en el First National Bank Stadium de Johannesburgo, fue la ‘selfie’ de Obama y David Cameron (Primer Ministro de Inglaterra), junto a una mujer rubia y apuesta, que se encontraba en el medio de los dos.
Esta foto llamó mucho la atención no solo por ser una ‘selfie’ presidencial, sino por la cara rígida de Michelle Obama al momento en que los tres reían frente a la cámara de un celular. La pregunta de muchos al ver la foto fue: ¿quién es la rubia que está entre los dos? En cuestión de segundos los medios daban la respuesta. Se trata de Helle Thorning-Schmidt, primera ministra de Dinamarca desde 2011.
Desde sus 20 y tantos años, Thorning-Schmidt participa en la política de Dinamarca. Ingresó al partido de los socialdemócratas, donde se perfiló como una joven líder con gran futuro por delante. Ante de esto, había estudiado Ciencias Políticas. En el 2005 se convierte en la líder de los socialdemócratas, siendo la primera mujer danesa en lograr dicha posición. También fue la primera mujer en ocupar el cargo de primera ministra de Dinamarca.
El hecho de ser mujer nunca le conllevó dificultades en su vida política. Sin embargo, su gusto por la moda, marcas exclusivas de ropa, y su estilo extravagante (contrario a otras líderes políticas como Angela Merkel y Dilma Rousseff), han sido los focos de ataque por parte de sus adversarios, incluso a lo interno de su partido. Por eso, en 1998, Freddy Blak, un eurodiputado y colega partidario de Thorning-Schmidt, la bautizó como “Gucci Helle”. Desde entonces, los medios y personalidades del mundo político se refieren a la primera ministra danesa bajo ese apodo.
Su matrimonio con Stephen Kinnock (director del Foro Económico Mundial), fruto del cual procrearon dos hijas, no ha sido obstáculo para ciertos episodios que la prensa ha tildado como “controversiales”. En una reunión de líderes europeos en el 2011, no escapó a los ojos de nadie la mirada de Silvio Berlusconi, entonces primer ministro de Italia, al trasero de Gucci Helle. En otro cumbre europea, los medios resaltaron las “coqueterías” entre la primera ministra y David Cameron. El año pasado, previo a la ceremonia del Premio Nobel de la Paz en Oslo, se pudo apreciar como Thorning-Schmidt salió corriendo a pedirle un autógrafo a Sarah Jessica Parker, protagonista de la serie Sex and the City. Este año, quizás vivió el episodio más memorable de su vida política internacional: la ‘seflie’ con Obama y Cameron.
No cabe duda que a sus 47 años de edad, la mujer más poderosa de Dinamarca mantiene un gran atractivo físico (sus detractores dicen que es fanática del botox). Su humanidad, como ella mismo ha calificado su forma de ser luego de la ‘selfie’, ha sido su principal atributo como política. Desde Cleopatra, pasando por Catalina Sforza, condesa de Forli en pleno Renacimiento, hasta Jacqueline Kennedy, han sido muchas las mujeres de poder que han conjugado su belleza exterior con sus fortalezas políticas. Gucci Helle se une a este grupo, y actualmente me atrevería a decir que así como dirige a los socialdemócratas y a Dinamarca, así también se ha convertido en la líder de este tipo de políticas.
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