“Alexa, ¿quién se quedará con el trono en Game of Thrones?”, “ Siri, ¿cuáles son las razones por las que debo comer chocolate?” … Intenta pedir algún favor a uno de tus dispositivos electrónicos… seguro te responderá una voz de mujer.
Ahora pregúntale a Siri: “¿por qué eres mujer?”. A nosotras nos respondió: “¿eso crees? No se me asignó ningún género ” .
Y es verdad. Los asistentes virtuales, softwares informáticos creados para realizar tareas en línea (como ayudarnos a encontrar la tienda de helados más cercana), no tienen género. Después de todo, son solo eso… programas; aunque hay voces humanas detrás. Sin embargo, sus creadores les han dado nombres y una voz que sugieren contrario.
Existen diferentes teorías sobre el por qué de esto. Pero, la respuesta definitiva está en la ciencia.
«Es mucho más fácil encontrar una voz femenina que le guste a todos que una masculina”, destacó el autor estadounidense Clifford Nass en una entrevista a CCN en 2011. «Es un fenómeno bien establecido que el cerebro humano está desarrollado para que le gusten las voces femeninas».
Nass también comprobó esto en su investigación Are Computers Gender-Neutral? . Descubrió que en general las personas perciben que la voz femenina es más amigable.
Piden asistentes virtuales masculinos
Aunque estas grandes empresas de tecnología se basaron en estudios para colocar una voz en específica, muchos consumidores piden un cambio.
En España, en 2018, la compañía publicitaria Tango, junto a la Confederación Nacional de Mujeres en Igualdad y la Asociación de Hombres por la Igualdad de Género, (AHIGE) lanzó la campaña ‘’Voces en Igualdad’’ para exigir que los interfaces digitales como Siri o Alexa dejen de tener voz de mujer.
Con esa iniciativa, buscan reivindicar la igualdad de género en los asistentes virtuales.
No importa la voz que tengas, lee este poema:
El otro lado de tu voz
¿Una voz neutra?
La verdad es que es difícil encontrar un punto medio cuando el asistente virtual habla, pero no imposible: ya están surgiendo nuevas iniciativas más neutras.
Q, por ejemplo, intenta lograrlo. Sus desarrolladores, Copenhagen Pride, la organización EqualAI y la agencia creativa Vice, modificaron diversas voces para llegar a un punto medio.
Se comprobó que entre 145 y 175 Hz tenemos una voz sin género. Escúchala… tú qué opinas.
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