El tiempo de calidad en familia aporta múltiples beneficios a cada uno de los miembros que la componen. Por eso te dedico estas líneas de reflexión. Así que, querida líder de familia dos puntos.
En la actualidad el tiempo con los hijos resulta un reto por la cantidad de obligaciones en las que el adulto se ve implicado como el pluriempleo, la vida social y hasta la congestión del tráfico, disminuyendo el tiempo que pasa en sus hogares. A lo largo de los años para estas épocas hablamos sobre el compartir en familia, y aunque todos sabemos que es un tiempo a mejorar, a veces no pensamos sobre lo que hacemos en “el tiempo que estamos con nuestros hijos”. Obviamos nuestras conversaciones, nuestra organización, la interacción y pasamos a ser observadores a veces de ellos o de nuestros aparatos electrónicos.
Es importante que los niños disfruten de nuestra compañía, del cariño y el aprendizaje porque somos su modelo. Aunque estamos en casa nos mantenemos adheridos a actividades que lejos de acercarnos a interactuar nos inmiscuyen en llamadas, chateo, actualizaciones en las redes sociales y nos aparta del contacto con nuestros hijos, quienes a temprana edad comienzan a valorar más la entretención de aparatos electrónicos que la comunicación, interacción y la convivencia en familia.
Dedicar tiempo a la familia no se limita solo a los hijos, es beneficioso también para la pareja porque mejora vínculos afectivos, conoces mejor a tus hijos, nos ayuda a despejarnos de situaciones negativas, aumenta la confianza, fomenta la comunicación y participación, la aceptación de estilos e intereses distintos y también crea las oportunidades de modelarle a los hijos buenos tratos, diversión sana, escucha activa y manejo de situaciones diarias para poder orientarles en su crecimiento.
No queremos que dejen pasar el tiempo, los hijos crecen y el tiempo no se recupera. Sabemos que a veces compartir en familia es difícil, pero “el tiempo compartido puede ser nuestra mejor inversión”.
Actividades que podemos realizar:
- Cocinar juntos.
- Hacer una manualidad.
- Implicarles en la compra.
- Realizar cambios a su habitación.
- Juegos de mesa.
- Realizar bromas, chistes.
- Hablar sobre situaciones del día a día que les implique y que hayan observado en otras personas.
- Comentar un libro.
- Dialogar una película o muñequitos, haciendo de este un momento de observar actitudes que podemos mejorar y educar.
Las buenas relaciones entre padres e hijos se construyen y se fomentan. Por suerte, los niños quieren de forma automática a sus padres. Siempre y cuando no se golpee ni se dañe la relación, mantendremos esa conexión fuerte.
Cantidad y calidad
Por último, reflexionemos sobre el tiempo que se dedica a la familia, recordando que en las relaciones que no hay cantidad, tampoco hay calidad. Si quieres mejorar este aspecto o tener una buena relación con tus hijos, es necesario que hagas tiempo para estar con ellos.
Tomemos este momento de análisis sobre las actividades en el día que realizamos y el tiempo que le dedicamos valorando la actividad que realizada en ese momento, seamos padres presentes, disfrutemos del crecimiento de nuestros hijos, aprovechemos el momento de educar y criar mejores seres humanos y seamos verdaderos ejemplos para nuestras familias.
¡Qué en este tiempo hagamos crecer la unión en la familia, la confianza, la tolerancia, el respeto y la humildad en nuestro hogar!
Contacto: [email protected]
«Déjame Crecer» es una campaña sin fines de lucro que busca orientar, informar y educar a padres, madres, educadores y a la población en general sobre temas que afectan el desarrollo integral de nuestros hijos.
Nicole Imbert, Psicóloga Clínica, Directora del Centro de Atención Interactúo
Síguenos en las redes @Revestidamag.
Comentarios