Las mujeres de poder no solamente son aquellas que incurren en una carrera política o empresarial de gran nivel. Más que esto, el principal atributo de una mujer de poder es el poder influenciar, de dejar una huella en la sociedad en la que vivió. Por eso Marilyn Monroe, a mi juicio la sex symbol por excelencia, fue una mujer poderosa. A ella le dedico estas líneas:
Algunos se preguntarán: ¿a qué poder te refieres? ¿al de la fama? ¿el de la televisión o el cine? Sin dudas acaparó la atención internacional con su sex-appeal, y varias de sus actuaciones la llevaron a ganar grandes galardones como un Globo de Oro– pero Marilyn llegó a la cima del poder cuando conquistó el corazón de nada más y nada menos que de John F. Kennedy. Sí, de ese mismo. De ese que fue trigésimo quinto presidente de los Estados Unidos, y que cobardemente fue asesinado en noviembre de 1963.
Una historia poco conocida, el romance de Kennedy y Monroe duró alrededor de una década. A muchos le es difícil entender como Kennedy pudo tener ese “affair” con la famosa actriz, si su esposa era una de las mujeres más bellas que ha pasado por la Casa Blanca: Jacqueline Kennedy (de quién hablaremos en otra ocasión). Increíblemente, las convicciones de Kennedy no pudieron hacer frente a las destrezas seductoras de Marilyn.
A propósito de este tema leí un libro de un periodista francés llamado François Forestier, “Marilyn y JFK”. Forestier abunda sobre los encuentros de estos dos íconos norteamericanos. Dice que los mismos eran marcados por “El deseo, por la locura, por las orgías y por el escándalo en que los amantes nunca estaban solos. Cada conversación, cada caricia, cada gesto eran seguidos por la mirada atenta del FBI, de la CIA, de la KGB o de la Mafia…”.
Un momento histórico de esta misteriosa relación fue cuando en mayo de 1962, con motivo del cumpleaños de Kennedy, la también cantante interpretó “Happy Birthday, Mister President”, durante una fiesta en el Madison Square Garden de Nueva York, en la que el presidente estaba presente. La voz de Marilyn mientras cantaba esa versión de feliz cumpleaños, y la sonrisa de Kennedy mientras la escuchaba, reflejaban perfectamente las intimidades vividas por ambos.
Monroe murió de “sobredosis” de medicamentos para el sistema nervioso. Las condiciones de esta sobredosis nunca fueron esclarecidas. Dicen por ahí, que Monroe fue asesinada por personas al servicio de Robert Kennedy, hermano de John y entonces Procurador General de los Estados Unidos. ¿Por qué Robert ordenaría su asesinato? Si había alguien que sabía demasiado de todo lo que ocurría en la Casa Blanca, de los problemas del presidente, y de todo lo que pasaba en ese momento a nivel político y personal en el gobierno de los Estados Unidos, era Marilyn Monroe. Además, se dice que también paseó por los aposentos de Robert.
Algún día el tribunal de la historia aclarará todo. De lo que estamos claros por ahora, es que esta impresionante mujer llego hasta donde muchas políticas, e incluso primeras damas no han llegado…¡La cima del poder!
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