No sabemos si admirar más a la abogada o a la persona. Nos dejamos envolver en su historia porque es una dama que supo que el punto de partida no determina los logros que se alcanzan, sino el deseo y las acciones constantes para obtenerlos. En Revestida conversamos con una mujer que cuando niña solía visitar el Palacio de Justicia de San Cristóbal y quedarse en la Corte Penal solo para observar las audiencias.
Fotografías: Roger Ramírez // Entrevistada: Angee Marte
Revestida: Una joven abogada graduada Magna Cum Laude con una maestría en Derecho de la Regulación Económica y la otra en Alta Gerencia Pública. Estudios que realizaste en conjunto con el trabajo. Eres una mujer que ama lo que hace. Pero cuentanos, ¿Cómo manejas las largas tandas diarias de trabajo?
Angie: Mi trabajo es muy demandante y su realización requiere de muchas horas, por tanto, para manejarlo siempre planifico previamente las tareas a ejecutar, trato de programar los trabajos pendientes, para que tenga un orden y así poder dedicarle a cada uno el tiempo necesario para ejecutarlos adecuadamente.
R: Mientras estudiabas derecho ¿cuáles trabajos tuviste que realizar para poder pagar la universidad?
A: Mi vida laboral inició a temprana edad, pero quienes se sacrificaron y esforzaron para el pago de mi carrera universitaria fueron mis padres.
R: ¿Qué es lo que más te gusta y lo más difícil de tu profesión?
A: Lo que más me agrada es poder ayudar a las personas en la solución de sus conflictos. La parte más difícil, cuando tengo que evidenciar que la ley no se aplica de forma equitativa.
R: ¿Cómo inicias en el derecho y cuáles fueron los siguientes pasos hasta convertirte en Directora Jurídica de la CAASD?
A: Mi primer trabajo fue en una pequeña oficina de abogados en San Cristóbal, como asistente-paralegal, labor que realicé sin percibir salario, porque quería aprender de forma práctica el derecho. Próximo al finalizar la carrera, ya demandaba de muchos recursos económicos y tuve que buscar otro empleo, ingresando al Programa de Modernización de la Jurisdicción Inmobiliaria (PMJT), de la Suprema Corte de Justicia, ahí inicié como operadora, posición que ocupé por dos meses, luego coordinadora y finalmente como supervisora de área, hasta la conclusión del proyecto.
Al finalizar el PMJT ingresé a una Oficina de Abogados, en la posición de abogada, luego a la Cámara de Diputados como Asistente Legislativa, Abogada en el Departamento Legal de la Dirección General de Migración y finalmente Directora Jurídica de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo.
R: ¿Realizas obras de bien social? ¿A quiénes, dónde las realizas y en qué consisten?
A: En lo que respecta a obras de bien social, tengo una opinión y trato de ser coherente con los temas, no me gusta que sean divulgadas, prefiero no hacerlo, la satisfacción debe estar en la persona que la recibe, no en quien la realiza.
R: Deja ésto mucho qué decir de quién eres ¿Cómo te defines?
A: Una pregunta muy compleja, ya que siempre resulta difícil definirse uno mismo, pero en pocas palabras dinámica, aventurera, una mujer de retos.
R: Cuando llegas a casa, luego de una larga tanda de trabajo y te miras en el espejo ¿qué ves?
A: Una mujer, que a pesar de haber trabajado muchas horas, tiene ganas de que llegue el amanecer para emprender nuevos retos y culminar proyectos iniciados.
R: ¿En una familia que predomina el sexo femenino, qué significa para ti ser mujer?
A: Constituye una gran responsabilidad, ya que todas las mujeres que me anteceden en mi familia son símbolos de dedicación, esfuerzo, perseverancia, honestidad, respeto, valía, por tanto, debo esforzarme para poder seguir su ejemplo.
R: ¿Cuáles cualidades entiendes que debe tener una mujer?
A: Las mujeres tenemos muchas cualidades y condiciones por nuestra naturaleza, en tanto, no puedo destacar ninguna porque todas son igual de importantes.
R: ¿Qué hace a una mujer completa? ¿Cuáles cosas te gustaría aprender?
A: Eso dependerá de la etapa que esté viviendo la mujer. Lo que a mí me hace completa, quizás para otra no lo sea, es una respuesta muy subjetiva, cada mujer tendrá una opinión diferente y estará basada en su situación particular y asociada a sus metas y propósito de vida.
Me gustaría aprender a cocinar, de hecho el próximo trimestre del año iniciaré clases de cocina, siento que es mi asignatura pendiente.
R: ¿Qué te da miedo, te entristece?
A: Me da miedo dejar de soñar y perder la fuerza de voluntad para alcanzar mis sueños. Me entristece la desigualdad social, económica y judicial.
R: ¿En República Dominicana las mujeres son discriminadas? ¿Por qué?
A: En la actualidad no, después de grandes luchas y conquistas, la mujer dominicana ha sabido posicionarse, ocupando áreas que anteriormente estaban destinadas exclusivamente para hombres, y es una constante, a grandes rasgos podemos ver que en todas las actividades la mayor cantidad de población es la femenina, por citar un ejemplo, en las universidades son más las mujeres egresadas que hombres.
R: ¿Cómo valoras el trabajo de la mujer en la sociedad dominicana?
A: Es invaluable, la mujer hoy en día constituye más del 50% de la fuerza laboral del país y no es por ser mayor en población, sino, por su preparación, dedicación y responsabilidad, por igual realizan un aporte muy importante las que se quedan en los hogares cuidando de la casa y de la familia, siendo el eje fundamental de la sostenibilidad y la cohesión del núcleo social más importante, la familia.
R: ¿Cuál es el mejor consejo que una mujer te ha dado?
A: Mi madre, siempre me dice “No puedes rendirte ahora”.
R: ¿Cuáles obstáculos tuviste que sobrepasar para ser profesional?
A: Lo económico fue el mayor obstáculo, atravesamos muchas situaciones difíciles en la casa, pero nuestros padres siempre encontraban la salida, en esos momentos de crisis.
R: ¿Alguna vez en tu lucha por alcanzar tus sueños perdiste la fe, tuviste dudas?
A: No y todavía no la pierdo, es lo que me da energía cada día.
R: ¿Qué entiendes que significa para tu familia el apoyo que le brindas?
A: Mi familia es la que me da su apoyo, sin ellos no hubiese podido concluir muchos proyectos.
R: ¿Qué es lo que más te gusta y lo más difícil de ser empleada pública?
A: Ser servidora pública es una de las mayores satisfacciones que he tenido, porque permite trabajar en la creación de políticas públicas que sirvan para el crecimiento social y el desarrollo económico del país, permitiéndote tener un contacto directo con la ciudadanía, conociendo desde un plano más cercano la realidad social y sus expectativas. Al mismo tiempo te permite saber qué realiza el Estado para cumplir con función esencial de proteger los derechos de las personas, así como proveerle los medios que le permitan su desarrollo progresivo.
R: Te trasladas diariamente a la ciudad para llegar a tu trabajo. Cuéntanos de esa dinámica de tu día a día.
A: Sí, es bastante divertido hacerlo, es una distancia relativamente corta, pero es una terapia de relajación porque utilizo muchas vías para llegar a mi casa, aprovechando para ver diferentes escenarios y paisajes que me sirven de distracción, es un trayecto que utilizo para pensar y organizar ideas.
R: ¿Qué tiene San Cristóbal que no puede brindarte Santo Domingo?
A: Mi familia.
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