Es Psicóloga Clínica. Trabaja la modificación de conducta en niños y adolescentes. Desde temprana edad estuvo expuesta a trabajar con niños en campamentos, y a partir de esa experiencia junto con el estilo de libros que le gustaba leer en su etapa escolar fue enamorándose del campo del análisis del comportamiento de las personas.
Fotografías: Roger Ramírez // Entrevistada: Nicole Imbert
Revestida: Hoy en día tienes el Grupo Interactúo, ¿Cómo fue la evolución del entonces consultorio a lo que has logrado a la fecha?
Nicole: Actualmente tengo un pequeño espacio que inició de manera independiente como psicóloga, pero en la medida en la que he ido avanzando en mi vida profesional y con el apoyo de mi familia y de profesionales que han guiado este crecimiento y me han motivado a seguir creciendo, hemos iniciado intervención conductual en niños con trastorno del espectro autista.
R: ¿Qué has aprendido de los niños/personas especiales y qué significa para ti trabajar con ellos?
N: De las personas con algún tipo de necesidad especial he aprendido a ser paciente, perseverante, a valorar el esfuerzo en la realización de tus objetivos y no solamente el producto final, que la única manera de comunicarse no es con el lenguaje verbal, me han enseñado a valorar la individualidad de cada persona destacando la belleza de las diferencias y me han enseñado una visión diferente de lo que está bien.
R: ¿Qué es lo que más te gusta y lo más difícil de tu profesión?
N: Lo que más me gusta es ayudar, ver la conducta desde otro punto de vista, ser parte del cambio en la vida de una persona, ver su evolución y educar a las familias y la sociedad.
Lo más difícil es mantener la energía y el optimismo en los casos que son retadores, aunque definitivamente son los que me hacen crecer y superarme.
R: ¿Cómo manejas las largas tandas diarias de trabajo?
N: Cuando haces lo que te gusta el tiempo puede volar, pero sin lugar a dudas tengo un esposo que me apoya y acompaña en los diferentes momentos del día y que hace que los días fluyan con más facilidad, tengo el apoyo de mis padres, en especial de mi madre quien a nivel laboral vela por mantener el tiempo familiar y laboral desligados y, un equipo de trabajo en el que confío, y que hace que el trabajo sea un disfrute.
R: Realizas obras de bien social, ¿En qué consisten?
N: A lo largo de mi vida he apoyado y me he mantenido muy ligada a las obras sociales, desde pequeña acompañaba a mi madre al barrio de “Las Cañitas” a realizar actividades con los niños de la escuela. Luego en mi etapa de bachiller, realicé la acción social en el Robert Reid Cabral donde ya en mi etapa universitaria fui pasante y luego voluntaria en el departamento de psicología hasta ser parte del equipo de psicólogas que conforma el departamento. También he colaborado dando apoyo al hogar de niñas MADELAES con el acompañamiento psicológico y manejo conductual y brindo apoyo a la Fundación Manos Unidas por el Autismo realizando charlas y evaluaciones.
R: ¿Qué significa para ti ofrecer ayuda social?
N: Definitivamente la labor social te hace crecer como ser humano, me hace aportar a la sociedad de la que también he recibido mucho y puedo ayudar desde un ámbito más amplio y a una población que necesita de personas que quieran hacer un cambio y esto significa para mi esperanza.
R: ¿Cómo logras sacar tiempo para ayudar a tantas personas?
N: Creo que en mi caso se me han dado los escenarios y oportunidades junto a un grupo de personas que favorecen que pueda conocer y ayudar a muchas personas. Las personas de mi entorno familiar y laboral me ayudan a mantener mis prioridades en orden y no quitar tiempo a la familia mientras trabajo.
R: ¿Cómo te defines?
N: Soy una persona sensible, sincera, sociable, trabajadora y familiar.
R: Cuando llegas a casa, luego de una larga tanda de trabajo, y te miras en el espejo, ¿Qué ves?
N: Veo una persona feliz, con logros y metas alcanzados, llena de esperanza y retos y con deseos de superarse cada día.
R: ¿Qué significa para ti ser mujer?
N: La mujer de hoy en día es luchadora, perseverante, dulce y firme a la vez.
R: ¿Cómo está compuesta tu familia directa y qué significan tus hijos para ti?
N: Estoy casada y tengo dos hijos. Para mi ellos son un regalo que Dios me ha dado y son el reflejo del amor que su padre y yo nos tenemos. Sé que no puedo poseer a mis hijos, pero a la hora de vivir y compartir con ellos, nos nace un apego especial. Probablemente mi vida sin ellos hubiese sido diferente, ellos me hacen madurar y enfrentarme a desafíos que no pensaba que tendría.
R: ¿Cómo se educan a los niños y las niñas para evitar los estereotipos de género?
N: Lo primero que debemos hacer es entender lo que esto significa y aceptar que esta decisión se toma porque somos capaces de criar a los hijos sin consideración previa de si serán hombres o mujeres. Según el escritor especialista en temas de relaciones humanas Randall Flagg, la clave para hacerlo está en permitir a los hijos la libertad de escoger y apreciar sus deseos y necesidades como individuos y respetarlo.
R: ¿Qué hace a una mujer completa y cuáles cosas te gustaría aprender?
N: No creo que una mujer esté completa en ningún momento, creo que como personas estamos constantemente cambiando, creciendo, modificando nuestra forma de ser, por lo que decir que está “completa” implicaría un estado estático al que creo ninguno pertenecemos mientras vida tengamos. Sin embargo considero que toda persona, por ende toda mujer se merece ser feliz, ser amada, respetada, valorada a pesar de lo que quisiéramos que cambiara y se merece una oportunidad. Oportunidad para crecer, para sonreír, cometer errores y levantarnos, porque solo así logramos continuar creciendo y seguir viviendo. Quisiera aprender a tocar un instrumento musical y lenguaje de señas.
R: ¿Qué te entristece?
N: Me entristece la injusticia, la discriminación y la mentira.
R: ¿Cómo valoras el trabajo de la mujer en la sociedad dominicana?
N: La mujer en la sociedad dominicana se ha destacado por ser luchadora, determinada y emprendedora.
R: ¿Cuál es el mejor consejo que una mujer te ha dado?
N: Los mejores consejos que guardo y ahora que soy madre constantemente recuerdo son los que mi madre me ha dado y que probablemente a todos nos han dicho y en su momento nunca valoramos “el respeto se gana, no se compra”, “no hagas algo solo porque todos lo hacen” y “agradece por todo lo que tienes”.
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