Cuando hablamos de dejar ir, nos podemos referir a muchas cosas. Desde una persona que se nos va del lado, una etapa que pasa o algo que nos gustaba tanto y que en un momento dado perdemos.
Empero, en este caso hablo de la “actitud”. Una actitud negativa o que nos dañe la autoestima es necesario que la soltemos, que la dejemos ir de nosotras sin remordimientos ni pesar.
A veces nos acostumbramos tanto a realizar acciones específicas en procura de que otros o un particular se sientan seguros con nosotros o ellos mismos, mientras no nos sentimos a gusto con lo que estamos haciendo en dicho momento.
¿Pero, porque no mejor procuramos sentirnos igual de a gustos con nosotros? Esa es una pregunta muy interesante que deberíamos hacernos en circunstancias en la que ese modo esté haciéndonos daño.
Como seres humanos tenemos debilidades y fortalezas, mostramos intereses e indiferencias depende del hecho, causa o acto en que nos veamos involucrados.
Al leerme, muchos dirán que este artículo no lleva a nada…pero es difícil hablar de dejar ir cosas, aspectos, sentimientos, gente, etcétera, aunque no imposible.
Nada es imposible en este mundo donde todo se puede crear y confluye… ¿Cómo lo hacemos? No hay una técnica que nos desglose los pasos que debemos seguir para ello, sino solo es iniciar y tratar de llegar al final del camino; el cual no sé sí tiene una serie de flechas en el suelo (como en algunos centros comerciales), pero sí tiene un fin.
Espero estas palabras le sirvan para reflexionar ante cualquier estado o situación por la que estén transitando.
Si quieres, nos puedes dejar tus comentarios de cómo lo llevas en procura de que otros se nutran de tus experiencias.
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