Qué difícil, ¿no?, porque no puedes pararte e irte sin antes conseguir tu objetivo. Hablamos con Brenda (nombre ficticio), mercadóloga, y por lo tanto vive de las relaciones. Su experiencia de más de cinco años la ha convertido en una maestra en el manejo de situaciones incómodas con un cliente. Una de ellas, que te enamore.
Si el cliente que te ayudará a conseguir tu objetivo en tu empresa muestra interés hacia ti, manéjalo con estos trucos:
– No te reúnas sola con él
Dile que irás con una amiga que también está involucrada en el proyecto para que quede claro y no parezca que le huyes, así evitas el comentario de que te invite a otro sitio o simplemente a acompañarte a tu destino. Si el encuentro es en un evento social, tampoco acudas sola. Recurre a excusas para no extender la noche, así los tragos no afectan tu juicio ni el de tu cliente. «A mí me funciona decir que mi amiga está tomando antibióticos», nos dice Brenda.
– Batea los piropos con humor
El humor es tu mejor barrera. Úsalo a tu favor y no perderás a tu cliente. Ríete, dile: ¿tú me estás relajando?, amigo, ¡no me relajes!, ¿en serio?. «Cada vez que un cliente aprovecha los silencios para halagarme, me río, y si somos contemporáneos en edad, utilizo frases como estas acompañadas de risas para que sienta que no le compro su idea y así continuar con mi di$cur$o».
– Privacidad en las redes sociales
Las configuraciones de privacidad serán tu mejor aliada. Facebook te permite filtrar tu contenido. Coloca a ese cliente en esa lista negra para evitar que comente tus fotos y publicaciones personales.
– Sé una artista del ‘switch’
Y cuando no veas otra salida a sus insinuaciones, recurre al ‘octavo arte’: el arte del ‘switch’. Tu tema principal es el trabajo o acuerdo, no te salgas de ahí. Si identificas que el cliente está cerca de hacer un comentario que pueda incomodarte, habla de trabajo. Así dejas las ofensas en un segundo plano, tú consigues lo que quieres y él no tendrá por qué rechazar tu propuesta. Incluso puedes relacionar su comentario con algo que redirija al motivo de la reunión.
Necesitarás mucha práctica, pero la comunicación todo lo puede. Cuéntanos tu experiencia.
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