Demasiada información. Sientes que no sabes qué es verdad o qué es mentira en torno a la lactancia materna. Investigamos, preguntamos y hoy te damos respuesta.
Mito 1: hay madres que no producen suficiente leche
De acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), todas las mujeres producen la cantidad suficiente de leche, mientras el niño lo demande siempre tendrán.
El cuerpo de la mujer está preparado para el proceso de lactancia materna.
Mito 2: los senos pequeños no producen mucha leche
El tamaño no influye en la lactancia materna. Al igual que en el caso anterior, la cantidad de leche que recibirá el niño dependerá de sus necesidades.
Mito 3: algunos alimentos aumentan la producción de leche
Falso. No hay alimentos mágicos que aumenten la producción de leche. Sin embargo, sí se recomienda que en todo el periodo de gestación y lactancia la madre tenga una dieta balanceada.
Mito 4: el calostro es antihigiénico
El calostro es un líquido que secretan los senos durante el embarazo y los primeros días después del parto, es espeso y amarillo. Está compuesto por muchos nutrientes que fortalecen el sistema inmunológico del bebé.
Es considerado incluso como el ¨oro¨ de la leche materna. Así que nada de desecharlo.
Mito 5: ella tiene implantes, así que no puede, es más difícil o es perjudicial amamantar con sus pechos no “reales”
¡Es posible amamantar si tienes implantes de seno! Sí puede influir el tipo de prótesis que tengas, dónde se colocaron exactamente y de la manera en que se realizó la cirugía.
Explico:
Cirugía: si se hace una incisión alrededor o de un lado a otro de la areola (círculo oscuro alrededor del pezón), se pueden dañar los nervios. Por esa razón, siempre se recomienda hacer los cortes debajo de la mama, en la axila o por el ombligo. Es muy poco probable que este tipo de procedimiento destruya los conductos, glándulas o nervios lactíferos.
Colocación: los implantes de seno se pueden situar entre el tejido y el músculo del pecho, o debajo del músculo pectoral para evitar que se estropeen los conductos lactíferos y nervios que además no hará que la silicona se filtre a la leche materna.
Mito 6: el bebé tiene que tomar la teta cada tres horas de a 10 minutos en cada pecho
¡No! Lo ideal es que sea a libre demanda. Es decir, poniendo al bebé al pecho cada vez que notes que está dando alguna señal de hambre. Debes dejarlo que tome lo que quiera de un mismo pecho y si ves que sigue con hambre, le ofreces el otro. Lo importante es no cambiarlo enseguida de pecho, ya que a lo largo de lel proceso la leche va cambiando su composición.
También es posible que tu bebé prefiera mamar de ambos pechos en cada toma y le vaya bien, así como también opte por comer solamente de un pecho en cada toma.
Sea como lo quiera, lo importante es que elijan aquella rutina que funcione bien y les resulte más cómoda a los dos.
Mito 7: la leche de “mala calidad” que evita que el bebé aumente bien de peso es producto de la mala alimentación de la madre
Aunque siempre es bueno tener una dieta equilibrada y llevar una vida saludable, se ha comprobado que incluso las madres desnutridas, en situaciones de pobreza o precariedad extremas producen leche materna de calidad.
Aunque comas mal y tu dieta no sea del todo balanceada puedes estar tranquila, ya que las células que se encargan de fabricar la leche se las arreglan para extraer de las reservas maternas todo lo necesario para que no le falte de nada al bebé.
Entonces, la mayoría de los casos de bajo peso del niño es por un consumo insuficiente de leche materna o algún tipo de problema que el pediatra solucionará.
¿Lo ves? Ya no vivimos en la época medieval, así que es hora de dejar los mitos en aquella época.
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